domingo, 29 de abril de 2007

SALVACION


Revela la búsqueda del ángel caído, candente y purpura del cielo expelido, inyectado en fuego de humo temido y en tus ojos entona el canto callado:

soy el llanto

soy el ancla y la luz en tus noches heladas

soy el ángel, soy la roca, anclado al aire...

invisible...

volando en prosa.

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Los misterios son tan poderosos como la mano que abraza la espada... bondadosos como el rio en la pradera... caprichosos como la luna entre las nubes... mudos espiritus en el valle de las sombras.